Hola, mi nombre es María Eugenia Pernía, he trabajado durante más de 15 años en el área de Administración de Empresas, hasta que experimenté una crisis de ansiedad generalizada causado por problemas familiares.
Inicié un programa de investigación y tratamiento en busca del origen y la solución a mi estado, allí apareció la Biodescodificación, algo de lo que había oído hablar, pero que nunca despertó en mí un interés especial, aunque una de mis actividades preferidas era ayudar a las personas.
La terapia consistía en buscar el origen emocional del síntoma en actividades de autoconocimiento, ejercicios de escucha activa, autoconciencia.
Realmente redescubrí la Biodescodificación un año después de mi encuentro inicial con ella gracias a un programa de capacitación estupendo que coincidió con uno de mis peores momentos, ya que estaba inmersa  en una profunda conmoción.
Allí descubrí el conocerse así mismo es muy valioso y que si quería resultados diferentes debía actuar diferente, aceptar la realidad de tu entorno, agradecer lo que tienes, ser compasivo me ayudaba a lidiar con el estrés o los pensamientos intrusivos. El ser auténticos y vivir en coherencia con nuestros pensamientos, valores y acciones también proporcionaba un sistema de apoyo saludable y una salida para la autoexpresión.
Fué tan asombroso el cambio radical que experimenté, los beneficios que casi sin darme cuenta fuí sumando, que en cuanto fuí consciente de lo realmente bien que estaba, un pensamiento único se instaló dentro de mí. “Ahora lo que más deseo, es hacer lo mismo con otras personas”.
Así que sin dudarlo ni un momento, comencé todos y cada uno de los estudios que necesitaba para llevar a cabo esta nueva meta y al principio he de reconocer que verme al otro lado, ayudando a personas que todavía desconocían la cantidad de cosas buenas y bonitas que la Biodescodificación les iba a aportar, me sentía un poco extraña.
Pero no pasó mucho tiempo hasta que empecé a conectar, sentir y disfrutar de ver el crecimiento y mejora en cada uno de los casos que trataba. Hoy puedo decir que sin duda alguna, es la mejor decisión que tomé.